Cosas que las mujeres quieren en secreto en la cama 8 cosas pervertidas que las mujeres desean en secreto, reveladas

Cosas que las mujeres quieren en secreto en la cama

8 cosas pervertidas que las mujeres desean en secreto, reveladas

Si eres un hombre heterosexual, probablemente estés acostumbrado a pedir (o simplemente tomar) lo que quieras en la cama. 

¿Quieres cambiar de posición? Le das la vuelta a cada uno. ¿Quieres una mamada? La empujas sutilmente hasta que consigues uno. ¿Quieres probar un trío? No lo sugieres tan sutilmente cuando estás borracho una noche. Incluso si te rechazan, al menos expresaste lo que querías. 

Para muchos chicos, así es como funciona el sexo. 

Pero muchos chicos también tienen al menos una o dos cosas por las que son un poco tímidos. Cosas que pueden ver en la pornografía y excitarse pero nunca mencionarlas, o cosas de las que se sienten culpables porque les gustan, se avergüenzan o desearían no encontrarlas tan calientes como lo hacen. Si reconoces ese sentimiento, bueno, estás probando un poco lo que es ser mujer.

Mucho sexo hetero termina siendo lo que quiere el chico, no lo que quiere la chica. Sí, hay cosas que las mujeres simplemente... nunca piden. 

Puede que no te des cuenta de eso, claro, pero ¿cómo puedes darte cuenta de que alguien no te está pidiendo algo que quiere? Se ve exactamente igual que no querer nada en primer lugar. 

Puede que te sorprenda como hombre, pero es hora de desmitificarlo de una vez por todas. 

Por qué las mujeres no piden lo que realmente quieren

Parte del problema aquí es que para muchas personas, hablar sobre sexo de manera abierta y honesta no es algo en lo que tengan mucha experiencia.

"Muchas personas, tanto hombres como mujeres, evitan expresar sus deseos pervertidos porque la sociedad nos enseña que esas cosas son sucias o que solo 'ciertos' tipos de personas las hacen", dice Kayla Lords, experta sexual de JackAndJillAdult.com y fundadora de LovingBDSM.net. “Todavía hay un estigma muy real en torno a confesar tus deseos sexuales o pervertidos y muchas mujeres se preocupan por el rechazo o las burlas de una pareja”.

Gigi Engle, experta en sexo e intimidad de SKYN, también señala que nadie quiere ser juzgado por su pareja. “No queremos pedir algo y que te digan que no te gusta o que pienses que somos asquerosos o raros”, dice ella.

Este es un concepto conocido como “kink-shaming”: la idea de que ciertos deseos sexuales son más extraños o más asquerosos que otros. Incluso si tienes una mente relativamente abierta, es probable que encuentres algunos fetiches más extraños que sexys y, a menudo, eso lleva a que se burlen de ciertos actos sexuales y de las personas que los disfrutan. 

Otra gran parte del problema es que al crecer, a menudo se espera que los hombres sean (y se les alienta a ser) seres sexuales, las mujeres a menudo se avergüenzan por los mismos sentimientos y comportamiento. 

Piénsalo: un chico que se enrolla mucho es un jugador o un semental; las palabras para una mujer que hace exactamente lo mismo son mucho menos amables. Muchos hombres se burlarán de una mujer que no es virgen, pero no debes preocuparte de que serán tratados de manera similar si no lo son. 

Hay un doble estándar de larga data que todavía existe, conocido como "slut-shaming", y eso influye en cosas como cuán cómodas se sienten las mujeres pidiendo cosas en la cama, incluso si realmente confían en la otra persona. 

“El sexo no es algo que nos digan que deberíamos querer”, dice Engle, “y si lo hacemos, debemos ser putas. Este tipo de pensamiento hace que ser una mujer abiertamente sexual sea algo difícil y complejo. Se nos dice que seamos sexys, pero no demasiado sexuales. Buena en la cama, pero no cachonda. Son muchos mensajes contradictorios”.

Otro aspecto relacionado con el género, señala Engle, es que las mujeres a menudo se socializan para preocuparse por el bienestar de otras personas antes que por el suyo propio, y esto también se manifiesta en el sexo. 

“Las mujeres controlan constantemente los egos de sus parejas, lo que significa que estamos aquí tratando de asegurarnos de que nuestras parejas se sientan satisfechas sin enfocarnos en nuestro placer”, dice ella. 

En la práctica, eso significa que podrías estar en una relación durante años y años sin descubrir las cosas pervertidas que ella quiere hacer en el dormitorio.

“Muchos de estos deseos serán reprimidos y eventualmente olvidados si no se le da la oportunidad de intentarlo”, dice Mackenzie Riel de TooTimid.com. “Nunca se sabe lo que ambos pueden terminar disfrutando que nunca esperaron”.

Cómo hablar con ella sobre sus deseos pervertidos

Entonces, ¿qué quieren las mujeres en la cama? ¿Qué quieren las mujeres que hagan los hombres en la cama? ¿A ellos, para ellos, con ellos? 

Comienza con escuchar. Independientemente de sus deseos personales específicos, el No. 1 cosa que las mujeres quieren escuchar en la cama es: "¿Qué quieres?"

Si quieres saber cómo ser mejor en la cama para ella, no empieces por hacer una lista de cosas pervertidas para hacer durante el sexo. En cambio, comienza preguntándole qué quiere hacer. 

“La próxima vez que estén relajados y acostados después del sexo, pregúntale si hay algún deseo o fantasía que nunca te haya expresado”, dice Riel. "Es así de simple. Pregúntale a cada uno.

Para empezar, esto significa que no tiene que sentirse rara por sacar el tema ella misma, además de dar a cada momento la oportunidad de tener una discusión para la que podría sentirse lista pero no lista para comenzar. 

“Si tú inicias la conversación, es más probable que ella quiera sincerarse contigo al respecto”, agrega Riel, y señala que independientemente de lo que te diga, tener una conversación real y honesta sobre el tema puede hacer maravillas en una relación. . “Crear un lugar seguro para hablar sobre sexo puede hacer que la conexión entre usted y su pareja sea mucho más fuerte y profunda”.

Dicho esto, hay maneras de arruinar esa conversación. Si la presionas demasiado para que responda de cierta manera, o en absoluto, es posible que se sienta atacada en lugar de apoyada.

“Si quieres saber qué es lo que realmente quiere probar o cuáles son sus fantasías sexuales”, dice Lords, “tiene que saber que está segura de contarte estas cosas, y no te reirás, te asustarás ni las usarás en su contra. luego. Ella también tiene que saber que estás dispuesto a comunicarte con ella hablando de tus propios deseos pervertidos y escuchando cuando habla”.

Por supuesto, discutirlo de manera más formal mientras no estás teniendo sexo podría ser más inteligente, pero siempre existe la posibilidad de que las preguntas surjan en el fragor del momento. Si ese es el caso, recuerda que pedirle o presionarla para que hable sobre sus deseos podría resultar contraproducente. Si ella es genuinamente tímida al respecto, hablar podría ser un proceso largo y esperar lo contrario podría no ser una buena idea.

“Si tienes curiosidad en el momento, pregúntale si le gustaría hablar sobre eso antes de tener sexo porque siempre existe la posibilidad de que puedas comenzar en ese mismo momento”, dice Riel. “Pero recuerda que el tema aún puede ser incómodo para ella. Tal vez comience expresando algunos de sus intereses potenciales de explorar en el dormitorio y basarse en cómo está reaccionando. Si eres el primero en decir la tuya, ella puede estar más abierta a compartir la suya”.

Cosas pervertidas que las mujeres quieren hacer

Seamos claros: absolutamente no debes asumir que ella está interesada en cualquiera de los siguientes solo porque esperas que sea el caso. 

“Cada mujer es diferente, y el espectro de diversión posiblemente pervertida es muy amplio”, dice Lords. “Pero algunas fantasías son comunes entre las mujeres (y la gente en general)”.

Entonces, con eso en mente, aquí hay algunas cosas pervertidas para hacer en la cama que les gustan a muchas mujeres: 

1 anal

"Lo creas o no, algunas mujeres están realmente interesadas en probar el sexo anal", dice Riel. 

“Aunque pensarías que su pareja aprovecharía la oportunidad, siempre existe la posibilidad de que la idea le asquee, o tal vez simplemente no tenga ganas de hacerlo. Desafortunadamente, todo lo que puedes hacer en esa situación es tratar de mencionarlo a tu pareja y esperar lo mejor. Siempre que abordes el tema de manera ligera y objetiva, es más probable que tu pareja te escuche".

2. Juego de roles

“Muchas mujeres a menudo quieren participar en juegos de roles con sus parejas, pero pueden sentirse nerviosas al pedir exactamente lo que quieren”, dice Engle. “Nadie quiere ser juzgado o asustar a su pareja, por lo que ella puede mantener [su deseo por ti] para pretender ser el obstetra/ginecólogo y hacerse un examen pélvico”.

3. Dominación y Sumisión

“Algunas mujeres quieren ser controladas por su pareja, someterse; otros quieren tener el control y dominar”, dice Lords. 

Explorar la dominación y la sumisión “se puede hacer de una manera puramente sexual o como parte de un rol de relación”, agrega. “Los ejemplos sexys y pervertidos incluyen pedir permiso para tener un orgasmo (como sumisa) o decidir si tu pareja puede llegar al orgasmo (como dominante); elegir el ritmo, la posición y el tipo de sexo que tendrás, o dejar que tu pareja controle el momento”.

4. Esclavitud

“La esclavitud y el BDSM se han apoderado de una gran parte de la industria del sexo recientemente”, dice Riel. “Se ha despertado la curiosidad de muchas mujeres, y hay más interés que antes en probar actos sexuales más pervertidos. Parte de esto seguramente se debe a la serie de libros/películas 'Cincuenta sombras de Grey', pero puede ser un área del sexo en la que tu dama quiera sumergirse y experimentar".

5. Juego de respiración

“La asfixia puede ser muy sexy y puede aumentar la excitación sexual y el flujo de sangre al clítoris”, dice Engle. 

“Coloque una mano en su cuello, aplicando presión a los lados, no directamente sobre el esófago. Use un sistema de 'toque' en el que pueda tocarlo con la mano para decir que ya ha tenido suficiente. La asfixia y el juego de respiración no deben tomarse a la ligera. Quieres estar seguro de que lo estás haciendo bien. Vaya a una clase, mire algunos videos y practique antes de participar”.

6. Nalgadas

“Si alguna vez has golpeado a una mujer en el trasero y se ha vuelto loca en el buen sentido, es muy probable que esté dispuesta a probar más azotes”, dice Lords. “Algunos son parte del juego de roles (piense en una colegiala traviesa que es castigada por su maestro) o simplemente porque es divertido y disfrutan la sensación de dolor y placer”.

7. Tener un trío

“Este puede ser el mayor temor de una mujer a la hora de decírselo a su pareja por el resultado desconocido de dicho trío”, dice Riel. “Siempre existe la posibilidad de celos de parte de él, o de ella, cuando se trata de realizar el acto. Ella puede sentirse insegura si traes a otra mujer, por ejemplo, que puedes sentirte más satisfecho sexualmente o atraído por ella que tu propia pareja. Si expresa interés en probarlo, dale la tranquilidad de saber que estás dispuesto a hacer todo lo posible para que se sienta más segura y cómoda durante la experiencia”.

8. Juego de temperatura

“El juego de temperatura puede ser muy pervertido y caliente”, dice Engle. “Puedes tomar un poco de hielo del congelador y pasárselo por los pezones, la parte interna de los muslos, el estómago, etc. Es una forma sencilla de subir la apuesta sobre la excitación y poner a tu cuerpo en el estado de ánimo. También puede obtener algunas velas de masaje seguras para el cuerpo para jugar con temperaturas cálidas. Kinksters a menudo usan velas regulares para que puedan dejar marcas, pero esta no es una buena idea para los principiantes. Quieres algo que esté destinado a ser usado en la piel”. 

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